Descubrimiento de Células Madre: Sistema Natural de Renovación

Cada vez que escuchamos hablar de las Células Madre en los medios de comunicación, casi siempre hay una relación directa con tratamientos. Se habla de la extracción o del aislamiento de células madre a partir de una fuente como el cordón umbilical, la piel, el tejido adiposo o la sangre después de su manipulación en laboratorios y después de su reinyección en el cuerpo humano. 

Sin embargo, casi nunca se habla del hecho de que ya tenemos células madre en nuestro cuerpo. Para adentrarnos a éste tema, a continuación definiremos de manera clara éste concepto:

¿Qué son las Células Madre?

Las células madre se definen como aquéllas que tienen la capacidad de auto-replicarse y diferenciarse en células de varios tejidos durante la vida de un organismo. En el cuerpo, la mayor parte de células que lo conforman juegan un papel definido y de forma especializada. Las células madre son primitivas y permanecen de manera diferenciada hasta recibir una señal en donde reciben la información para que se conviertan en varios tipos de células específicas.

Te invito a darle un vistazo a lo que los científicos han demostrado en los últimos diez años.

En el cuerpo humano, cada vez que hay una lesión o un problema con algún órgano o tejido, se libera compuestos específicos que desencadenan en la liberación de células madre desde la médula ósea. Por ejemplo, cuando una persona tiene un ataque al corazón, en ése día, dentro de pocas horas, el corazón va a liberar dichos compuestos específicos muy bien conocidos por desencadenar la liberación de células madre. Dentro de aproximadamente un día, el número de células madre se incrementará en el torrente sanguíneo y aumentará aproximadamente de tres a cinco veces en relación al nivel normal. Luego, en el tercer día, algo más ocurre en el cuerpo. El tejido afectado comienza a liberar otro compuesto llamado factor derivado del estromal uno, el único compuesto conocido por atraer a las células madre. Cuando las células madre circulan en los capilares finos del tejido afectado, éste compuesto provoca la migración de las células madre de la sangre a los tejidos y al entrar en contacto con los restos de ése tejido, las células madre comenzarán a proliferar y luego a diferenciarse en células de ése tejido. Es un fenómeno impresionante que toma lugar en el cuerpo. Se ha descubierto, literalmente, el Sistema Natural de Renovación en el cuerpo. Lo que es fundamental y novedoso en todo éste entendimiento de la función natural de las células madres en el cuerpo, es el hecho de que la célula de un tipo se puede transformar en una célula de otro tipo. Ahora, podemos preguntarnos:

¿Dónde se encuentran las Células Madre?

Actualmente se sabe que las células madre adultas son células indiferenciadas que pueden auto-renovarse y diferenciarse en células especializadas de varios tejidos. Aunque éstas células madre se encuentran predominantemente en la médula ósea, también pueden ser aisladas de varios tejidos, tales como el hígado, el intestino, los músculos, el cerebro, el páncreas, así como la sangre y muchos otros tejidos.

Profundizando un poco más sobre la relación de la médula ósea y las células madre, se piensa que el hueso es una estructura sólida con muy poca circulación sanguínea, y que básicamente es un depósito de calcio sin vida. Esto para nada es cierto. Los huesos son estructuras vivas, con gran circulación sanguínea, y dada la importancia de la médula ósea como la fuente de las células madre, es pertinente describir brevemente lo que es la médula ósea.

Existen dos tipos de estructura ósea: compacta y esponjosa. Estas dos estructuras difieren en densidad y en qué tan herméticamente está organizado el tejido óseo. La fuerza de un hueso proviene de la cantidad y densidad de hueso compacto. La circulación sanguínea y la «vida» de un hueso están ubicadas en el hueso esponjoso. Es ahí donde se encuentra la médula ósea, en pequeñas cavidades dentro del hueso esponjoso. En los niños, los huesos contienen únicamente médula roja. Sin embargo, conforme madura el esqueleto, la médula amarilla (que alberga grasa) desplaza a la médula roja en los huecos de los huesos largos de las extremidades.

En los adultos, la médula roja permanece principalmente en las costillas, las vértebras, los huesos pélvicos y en el cráneo. Es en la médula roja donde las células madre son producidas, así que la transformación de la médula roja en médula amarilla explica la reducción de la producción de células madre conforme avanza la edad. La frecuencia de células madre en la médula ósea ha sido estimada en 1 por cada 10 mil células medulares, lo que da un estimado total de aproximadamente 150 millones de células madre.

En general, las células se dividen de manera natural a través de un proceso conocido como «división simétrica», por la cual la célula materna se divide en dos células hijas idénticas. Durante este proceso, se produce una copia del ADN de la célula materna. Como se muestra en el siguiente diagrama, una rama del ADN original (verde) y una rama de su copia (rojo) conforman cada célula hija. Sin embargo, en la médula ósea la división celular sucede a través de un proceso conocido como «división asimétrica», en la cual las dos células hijas no son idénticas. Una célula hija hereda las copias del ADN, mientras que la otra retiene el ADN original. La primera es requerida para dejar la médula ósea, mientras que la segunda permanece en ésta, conservando el ADN original como plano maestro para células futuras.

Por lo tanto, a través de este proceso, a pesar de liberar células madre de la médula ósea, el número de células madre siempre permanece relativamente constante en ésta. Este proceso es también conocido como «la hipótesis de la hebra codificadora inmortal»(24). En consecuencia, el apoyo de la liberación de células madre de la médula ósea no agotará ni afectará a la misma.

¿Para qué sirven las Células Madre?

Como se ha mencionado anteriormente, las células madre tienen la capacidad de convertirse en prácticamente en cualquier clase de tipos de células en el cuerpo. Así que, definitivamente, hay la liberación de células madre de la médula ósea, su circulación en el torrente sanguíneo, su migración en el tejido, su proliferación y su diferenciación en células de éste tejido. Es el proceso de reparación de tejido en el cuerpo.

Entonces, ¿cómo fue descubierto el verdadero papel o la función que desempeñan las células madre en el cuerpo? ¿Cómo es que, con el sofisticado nivel científico de hoy, es apenas hasta ahora que se descubre este fenómeno? Si se analiza cuidadosamente, este descubrimiento es nada menos que ¡el descubrimiento de un sistema en el cuerpo completamente nuevo!

Un sistema es un tejido o un órgano, o un grupo de tejidos y órganos que consta de células específicas que realizan tareas igualmente específicas que afectan a otros órganos y tejidos, y que está dirigido a apoyar la salud y supervivencia de todo el organismo. Por ejemplo, el sistema cardiovascular está compuesto por el corazón y su tarea es la de bombear sangre con la finalidad de llevar nutrientes y oxígeno a cada célula del cuerpo. El sistema digestivo consta del estómago e intestinos (principalmente) y su tarea es la de digerir la comida y extraer los nutrientes que puedan ser absorbidos para alimentar cada célula del cuerpo. El sistema endocrino está compuesto por varios órganos cuya tarea es secretar compuestos llamados hormonas que modulan el funcionamiento de otros órganos y tejidos. Por ejemplo, el páncreas secreta insulina que permite el transporte de la glucosa hacia las células y la glándula tiroides secreta hormonas tiroidales que estimulan el metabolismo del cuerpo.

Los estudios recientes nos dicen que ése proceso de reparación también se lleva a cabo cuando no tenemos una lesión o un problema. Todos los días, en nuestra vida, las células madre son liberadas de la médula ósea y migran a diversos tejidos y órganos que los mantienen y renuevan s un ritmo determinado. Por ejemplo, tenemos un nuevo hígado cada dos o tres años, un nuevo páncreas y pulmón cada 4 años, un nuevo corazón cada 25-40 años, una nueva piel cada 1 o 2 meses.

El descubrimiento de que un aumento en el número de células madre circulando en la sangre equivale a mejor salud, aunado al descubrimiento de compuestos naturales que ayudan a la liberación de células madre de la médula ósea, ofrece una nueva estrategia en la búsqueda de salud y bienestar.

Tratamiento con Células Madre

Se han realizado trasplante de células madre o de médula ósea cuya finalidad es reemplazar las células que sufrieron daños por la propia enfermedad o por el tratamiento sometido, como la quimioterapia o radiación. Cabe resaltar que las dosis altas de quimio suelen ser más efectivas para la eliminación de las células cancerígenas. Pero, también está el riesgo que de dichas dosis acaben con las células madre, haciendo que la médula ósea se vea muy afectada. Aquí es cuando se lleva a cabo los transplante de células madre, permitiendo a los médicos seguir usando dosis más altas de quimio para eliminar, en la medida de lo posible, todas las células malignas.

Los costos de trasplante de células madre suelen ser muy costosos en todo el mundo, pues no solo hablamos del procedimiento, sino de todo aquello que conlleva el proceso, como los medicamentos de alta, las pruebas, análisis, etc. En algunos lugares como Estados Unidos o Europa, un trasplante de célula madre puede costar entre 2 y 5 millones de pesos. En México, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León, por ejemplo, tenía la misión de suministrar estos tratamientos a un costo más accesible. Es por ello que en el año 2000 crearon una clínica para pacientes de transplante con horario de 24 horas. Como no se requiere hospitalización, esto ayudó mucho a bajar los costos. Además, se empezaron a utilizar las células madre de la sangre periférica por lo que el uso del quirófano es nulo para obtener la médula del donante.

El tratamiento de células madre está abriendo nuevas opciones para las personas que tienen algún padecimiento y para los profesionales de la salud, pues así como puede haber grandes beneficios, también hay incovenientes. Lo mejor que es que si estás planteando la posibilidad de acudir a alguna terapia con células madre, lo más óptimo es que revises con tu médico de confianza para exponer la mejor alternativa.

Uno de los retos que se enfrenta la investigación médica es difundir la información correcta en torno a los tratamientos con células madre. Existen actualmente empresas o bancos que ofrecen el servicio de guardar cordón umbilical o, mejor dicho, congelar la sangre del cordón umbilical de sus bebés para que, en algún futuro, en caso de necesitar células madre, las extraigan de ahí. Sin embargo, diversos estudios señalan que es poco probable que recurran a ello.

Células Madre: Cordón Umbilical

Anteriormente, la sangre del cordón umbilical era considerado material residual. Sin embargo, hoy en día, se sabe que dicha sangre contiene células madre llamada hematopoyéticas (sanguíneas).  Las células madre hematopoyéticas tienen la gran tarea de producir la sangre a lo largo de nuestras vidas al generar los glóbulos blancos, rojos y plaquetas.  Los trasplantes de las células madre hematopoyéticas de la sangre del cordón umbilical se han utilizado para el tratamiento de enfermedades como la leucemia.

Sin embargo, existen limitaciones al tratar con la sangre del cordón umbilical. La principal es que al contener menos células madre hematopoyéticas (en relación a la médula ósea), los pacientes, por lo general, requieren hasta dos cordones umbilicales para su transfusión. Cabe mencionar que se siguen investigando diversas formas de expandir o incrementar el número de células madre para llegar a obtener, de una sola donación de sangre del cordón umbilical, las células suficientes para uno o más transplantes.

Tipos de Células Madre:


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